El Lugar de Trabajo Libre de Humo.
La opinión pública se ha inclinado en dirección al respecto por los informes de los riesgos graves del humo de tabaco. En el pasado, la preocupación general se reducía a los efectos nocivos del tabaquismo en los propios fumadores, pero ahora los cuidados se orientan a la victima abstinente, al llamado “fumador pasivo”. Wells estima que aproximadamente 46000 estadounidenses no fumadores mueren cada año por exposición al humo de tabaco. Glantz cita el humo de tabaco como fuente de más de 4000 contaminantes químicos del aire, incluyendo 43 carcinógenos conocidos. Es evidente que la preocupación cada vez mayor de los trabajadores estadounidenses abstinentes por una exposición pasiva al humo del cigarro no puede ser ignorada por el gerente de seguridad e higiene ni por el Congreso y las dependencias federales.
La OSHA ya ha dado algunos pasos para ocuparse de los fumadores en el lugar de trabajo, adelantándose a cualquier norma laboral que aborde específicamente el problema. Los funcionarios de la OSHA han testificado ante subcomisiones del Congreso sobre el particular.
En 1994, la OSHA publicó en el Federal Register una Regla Propuesta sobre la Calidad del Aire Interior, que aunque se ocupa de otros contaminantes del aire interior, está claro que el humo del tabaco es su objetivo primario. En el caso del humo de tabaco, se les requeriría a los patrones ya sea que prohibieran fumar en todo el edificio o bien que establecieran áreas de fumar.
En 1994, la OSHA publicó en el Federal Register una Regla Propuesta sobre la Calidad del Aire Interior, que aunque se ocupa de otros contaminantes del aire interior, está claro que el humo del tabaco es su objetivo primario. En el caso del humo de tabaco, se les requeriría a los patrones ya sea que prohibieran fumar en todo el edificio o bien que establecieran áreas de fumar.
La norma propuesta exige ventilación directa para el área y mantener de manera constante una presión negativa en la misma, de forma que el humo de tabaco quede contenido en el lugar. Si el sistema de ventilación falla, se debe prohibir fumar incluso en las áreas autorizadas hasta que se haga las reparaciones. Incluso las actividades de limpieza y mantenimiento en el área de fumar estarán restringidas a los momentos en los que no haya personal fumando en el área.
No es difícil imaginar que la OSHA tendrá problemas al promulgar una nueva norma restrictiva tan penetrante como la Regla Propuesta sobre la Calidad del Aire Interior. Una organización nacional antitabaquista llamada ASH (Action on Smoking and Health) ha estado presionando a la OSHA durante los últimos 20 años para que regule el consumo de cigarrillos en el trabajo. La ASH ha emprendido acciones legales para obligar a la OSHA a actuar de acuerdo con las conclusiones de varias dependencias federales en el sentido de que el humo de tabaco es un “carcinógeno del Grupo A”. La OSHA, por sus propias reglas, da prioridad a la promulgación de normas que enfrentan los riesgos carcinógenos. La ASH insiste en que la OSHA se apegue a estas prioridades con respecto al humo del tabaco, ahora que se ha descubierto que es un carcinógeno. En marzo de 1997, la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos se negó a fijar un plazo para una reglamentación final de la OSHA, como a la ASH le hubiera gustado, pero le advirtió a aquella dependencia que “procediera con la debida rapidez incluso cuando no era obligatorio cumplir ningún plazo límite estatal o reglamentario”.
Un hito notable en la creciente oposición a fumar en público ocurrió el 20 de junio de 1997, cuando se sometió al Congreso una legislación para delinear un arreglo general entre la industria del tabaco y las demandas de los procuradores generales de 40 de los 50 estados. El arreglo tenia características arrolladoras, como una confirmación de la autoridad federal de la Dirección de alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, FDA) para reglamentar los productos de tabaco, una compensación de la industria del tabaco a 25 años por 358,500 millones de dólares y la prohibición total de los anuncios exteriores, que se cree que están orientados a los fumadores jóvenes.
No es difícil imaginar que la OSHA tendrá problemas al promulgar una nueva norma restrictiva tan penetrante como la Regla Propuesta sobre la Calidad del Aire Interior. Una organización nacional antitabaquista llamada ASH (Action on Smoking and Health) ha estado presionando a la OSHA durante los últimos 20 años para que regule el consumo de cigarrillos en el trabajo. La ASH ha emprendido acciones legales para obligar a la OSHA a actuar de acuerdo con las conclusiones de varias dependencias federales en el sentido de que el humo de tabaco es un “carcinógeno del Grupo A”. La OSHA, por sus propias reglas, da prioridad a la promulgación de normas que enfrentan los riesgos carcinógenos. La ASH insiste en que la OSHA se apegue a estas prioridades con respecto al humo del tabaco, ahora que se ha descubierto que es un carcinógeno. En marzo de 1997, la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos se negó a fijar un plazo para una reglamentación final de la OSHA, como a la ASH le hubiera gustado, pero le advirtió a aquella dependencia que “procediera con la debida rapidez incluso cuando no era obligatorio cumplir ningún plazo límite estatal o reglamentario”.
Un hito notable en la creciente oposición a fumar en público ocurrió el 20 de junio de 1997, cuando se sometió al Congreso una legislación para delinear un arreglo general entre la industria del tabaco y las demandas de los procuradores generales de 40 de los 50 estados. El arreglo tenia características arrolladoras, como una confirmación de la autoridad federal de la Dirección de alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, FDA) para reglamentar los productos de tabaco, una compensación de la industria del tabaco a 25 años por 358,500 millones de dólares y la prohibición total de los anuncios exteriores, que se cree que están orientados a los fumadores jóvenes.
Asfixiante.
Los asfixiantes evitan que el oxigeno llegue a las células del cuerpo; en general, cualquier gas puede ser un asfixiante, si se encuentra en concentraciones suficientes para desplazar la proporción esencial de oxígeno del aire.
Mucha gente ha cometido suicidio respiratorio gas natural, que básicamente es metano. Este gas es un simple asfixiante, ya que solo desplaza la proporción de oxigeno del aire inhalado. El metano puede estar presente en entornos industriales, puesto que se trata de un producto de la fermentación. Otros asfixiantes simples frecuentes son los gases inertes, como el argón, el helio y el nitrógeno utilizados en soldadura.
Puede parecer incorrecto clasificar el nitrógeno como contaminante del aire y asfixiante, cuando es el principal constituyente (78 por ciento) del aire normal. Pero demasiado nitrógeno reducirá la proporción normal de oxígeno (21 por ciento) de aire. Cualquier proporción de oxígeno menor al 19.5 por ciento es considerada deficiente. La deficiencia de oxígeno es muy peligrosa, una situación más seria de lo que la mayoría de la gente piensa.
Veamos un Caso:
Se asignó un empleado por contrato para que limpiara un chorro de arena el interior de un recipiente reactor durante actividades de limpieza en una refinería petroquímica. En vez de utilizar los compresores de aire de la empresa contratista siguiendo las políticas de ésta, el supervisor contratista conectó el respirador del aire del empleado a una manguera que contenía lo que él pensó era aire normal, pero que en realidad era nitrógeno. Ambas mangueras eran idénticas, a excepción de las marcas sobre la válvula de cierre. El empleado entró al recipiente, descendió hasta el fondo, se colocó la capucha del respirador y murió asfixiado.
La causa de esta muerte fue la falta de oxígeno, y la ironía es que el trabajador estaba respirando nitrógeno casi puro, el constituyente principal del aire. La falta de oxígeno es un serio riesgo que hay que considerar cuando deben entrar trabajadores a un depósito, recipiente o estado confinado. Ocurren muchas muertes al año por esta causa. En los años noventa, la OSHA se ha concentrado en la entrada a espacios confinados.
El bióxido de carbono es uno de los asfixiantes simples más importantes, aunque en cantidades normales es un constituyente inofensivo del aire. El fuego es la fuente principal de concentraciones industriales peligrosas de este gas. El bióxido de carbono es más pesado que el aire, lo que hace que se acumule en estos espacios bajos y confinados, lo que aumenta sus riesgos. Los espacios confinados son los más peligrosos, no sólo en cuanto en atañe al bióxido de carbono, sino con todos los contaminantes del aire.
Los asfixiantes mencionados anteriormente son Asfixiantes Simples, sustancias no tóxicas que remplazan el contenido de oxígeno del aire; pero hay otra clase, la de los asfixiantes químicos, que interfieren en la oxigenación de la sangre de los pulmones o bien con la oxigenación de los tejidos. El asfixiante químico más notorio es el monóxido de carbono, una sustancia por la que la hemoglobina de la sangre tiene mayor afinidad que por el oxigeno (una afinidad más de 200 veces mayor). El compuesto resultante, la carboxihemoglobina, es una sustancia muy estable, que impide el intercambio vital de oxigeno y de bióxido de carbono por medio de su vehículo, la hemoglobina.
Otro asfixiante químico bien conocido es el cianuro de hidrógeno, un insecticida industrial, mejor conocido por su aplicación en las cámaras de gas de las prisiones. El gas se produce dejando caer píldoras de cianuro de sodio en un pequeño contenedor de ácido. Algunos lugares de trabajo corren el riesgo de convertirse en cámaras de gas. En una inspección de trabajo en California, se encontró un laboratorio en el cual se almacenaban ácidos fuerte en botellas de vidrio sobre repisas justo encima de sales de cianuro de sodio.
Puede parecer incorrecto clasificar el nitrógeno como contaminante del aire y asfixiante, cuando es el principal constituyente (78 por ciento) del aire normal. Pero demasiado nitrógeno reducirá la proporción normal de oxígeno (21 por ciento) de aire. Cualquier proporción de oxígeno menor al 19.5 por ciento es considerada deficiente. La deficiencia de oxígeno es muy peligrosa, una situación más seria de lo que la mayoría de la gente piensa.
Veamos un Caso:
Se asignó un empleado por contrato para que limpiara un chorro de arena el interior de un recipiente reactor durante actividades de limpieza en una refinería petroquímica. En vez de utilizar los compresores de aire de la empresa contratista siguiendo las políticas de ésta, el supervisor contratista conectó el respirador del aire del empleado a una manguera que contenía lo que él pensó era aire normal, pero que en realidad era nitrógeno. Ambas mangueras eran idénticas, a excepción de las marcas sobre la válvula de cierre. El empleado entró al recipiente, descendió hasta el fondo, se colocó la capucha del respirador y murió asfixiado.
La causa de esta muerte fue la falta de oxígeno, y la ironía es que el trabajador estaba respirando nitrógeno casi puro, el constituyente principal del aire. La falta de oxígeno es un serio riesgo que hay que considerar cuando deben entrar trabajadores a un depósito, recipiente o estado confinado. Ocurren muchas muertes al año por esta causa. En los años noventa, la OSHA se ha concentrado en la entrada a espacios confinados.
El bióxido de carbono es uno de los asfixiantes simples más importantes, aunque en cantidades normales es un constituyente inofensivo del aire. El fuego es la fuente principal de concentraciones industriales peligrosas de este gas. El bióxido de carbono es más pesado que el aire, lo que hace que se acumule en estos espacios bajos y confinados, lo que aumenta sus riesgos. Los espacios confinados son los más peligrosos, no sólo en cuanto en atañe al bióxido de carbono, sino con todos los contaminantes del aire.
Los asfixiantes mencionados anteriormente son Asfixiantes Simples, sustancias no tóxicas que remplazan el contenido de oxígeno del aire; pero hay otra clase, la de los asfixiantes químicos, que interfieren en la oxigenación de la sangre de los pulmones o bien con la oxigenación de los tejidos. El asfixiante químico más notorio es el monóxido de carbono, una sustancia por la que la hemoglobina de la sangre tiene mayor afinidad que por el oxigeno (una afinidad más de 200 veces mayor). El compuesto resultante, la carboxihemoglobina, es una sustancia muy estable, que impide el intercambio vital de oxigeno y de bióxido de carbono por medio de su vehículo, la hemoglobina.
Otro asfixiante químico bien conocido es el cianuro de hidrógeno, un insecticida industrial, mejor conocido por su aplicación en las cámaras de gas de las prisiones. El gas se produce dejando caer píldoras de cianuro de sodio en un pequeño contenedor de ácido. Algunos lugares de trabajo corren el riesgo de convertirse en cámaras de gas. En una inspección de trabajo en California, se encontró un laboratorio en el cual se almacenaban ácidos fuerte en botellas de vidrio sobre repisas justo encima de sales de cianuro de sodio.
Contaminantes del Aire.
Los contaminantes del aire adquieren muchas formas físicas, y en el lenguaje diario la mayoría de la gente las confunde. El gerente de seguridad e higiene debe saber cual es la diferencia, por ejemplo, entre vapores y humo. Aunque el aire esta formado esencialmente por gases, su contaminación consiste en cualquiera de los tres estados de la materia: sólidos, líquidos o gases.
- Los gases contaminan fácilmente el aire porque esta constituido precisamente por gases, que se mezclan con más facilidad. El gas tóxico más familiar es el monóxido de carbono. También son peligrosos en el entorno industrial el sulfuro de hidrógeno y el cloro. Incluso gases “inofensivos” como el bióxido de carbono y el nitrógeno inerte se vuelven peligrosos si se dejan acumular en grandes cantidades, pues se convierten en asfixiantes al desplazar el oxígeno.
- Los vapores son también gases, pero son líquidos o quizás hasta sólidos que liberan pequeñas cantidades de gases al aire circundante. Algunos de los líquidos industriales más útiles, como la gasolina y los solventes, tienen una fuerte tendencia a liberar estos vapores.
- Los vahos se componen de diminutas gotas de líquido, tan pequeñas que quedan suspendidas en el aire durante largos periodos, como en las nubes. Ya que los líquidos son más pesados que el aire, al cabo caen o se condensan en gotas más grandes, que se precipitan en forma de lluvia. Sin embargo, mucho antes que esto paso pueden se inhalados por el trabajador. Cuando los vapores se condensan en nubes se generan vahos finos. Los vahos gruesos se producen en operaciones de salpicado o atomizado, como en los aceites de corte para máquinas herramientas o en el electrodepósito. En general, el rocío pesticida es un vaho.
- Los polvos se reconocen como partículas sólidas. Técnicamente hablando, las partículas de polvo tienen diámetros de 0.1 a 25 micrómetros. Todo mundo está expuesto al polvo, y algunos son relativamente inofensivos. Los polvos peligrosos incluyendo los de asbesto, plomo, carbón, algodón y los radioactivos. El polvo de sílice en operaciones de rectificado también se conoce como un riesgo, aunque el polvo de tierra ordinario es sobre todo sílice. Las partículas de polvo de asbesto tienen forma de fibras en vez de ser redondos, y esto contribuye a su peligrosidad.
- Los humos son también partículas sólidas, pero son demasiado finas para llamarlas polvos. Ahora bien, el tamaño de las partículas de humo y de polvo se superpone. En tanto que las partículas de polvo se dividen por medios mecánicos, los humos se forman por resolidificación de vapores de procesos muy calientes, como la soldadura. Las reacciones químicas también pueden producir humos, pero los gases y vapores que se generan en los procesos químicos no deben ser confundidos con humos. Los humos metálicos son los más peligrosos, especialmente los de los metales pesados.
Gases y Humos.
Hay dos extremos en las preocupaciones por los riesgos de respiración de los soldadores. Uno llamémosle posición A, es el que ocupan los mismos soldadores, que a menudo no se preocupan en absoluto de una exposición crónica al “humo” de soldadura. Algunos soldadores incluso disfrutan del olor de los humos. El otro extremo, la posición B, es la del higienista industrial, que a veces se muestra celoso en exceso y que se las arregla para encontrar algún riesgo en casi todas las situaciones de humos de soldadura. Ninguno de los dos extremos tiene toda la razón, y puede llevar a peligrosos errores en las estrategias de seguridad e higiene. El principal error de la posición A es que quienes la adoptan ignoran los efectos a largo plazo de una exposición crónica. Tienden a creer que si los humos de soldadura no los hace sentir náuseas, mareos ni provocan algún otro síntoma agudo, son inofensivos. Las exposiciones crónicas pueden ser las más peligrosas debido a sus efectos en la salud del trabajador.
La posición B exagera los efectos de exposiciones diminutas a contaminantes peligrosos. Cualquiera se aterroriza al saber que algunas soldaduras liberan fosgeno, el mismo gas utilizado en la guerra química. Pero las exposiciones son muy reducidas y se controlan con los procedimientos adecuados. A fin de cuentas, ningún estudio epidemiológico ha demostrado que la soldadura sea una ocupación extremadamente peligrosa. Desde el punto de vista de la salud, los soldadores no tienen promedios de vida significativamente inferiores a otros trabajadores. Habiendo dicho esto, pasemos a clasificar los riesgos de las atmósferas de soldadura y a examinar lo que se debe hacer sobre ellas.
La posición B exagera los efectos de exposiciones diminutas a contaminantes peligrosos. Cualquiera se aterroriza al saber que algunas soldaduras liberan fosgeno, el mismo gas utilizado en la guerra química. Pero las exposiciones son muy reducidas y se controlan con los procedimientos adecuados. A fin de cuentas, ningún estudio epidemiológico ha demostrado que la soldadura sea una ocupación extremadamente peligrosa. Desde el punto de vista de la salud, los soldadores no tienen promedios de vida significativamente inferiores a otros trabajadores. Habiendo dicho esto, pasemos a clasificar los riesgos de las atmósferas de soldadura y a examinar lo que se debe hacer sobre ellas.
Este diagrama contiene lo principales contaminantes en las atmósferas de soldadura: partículas y gases. Las primeras son partículas de polvo o de humo, aún más diminutas. Los humos metálicos son diminutas partículas de metal que se han vaporizado debido al arco y que al enfriarse se solidifican. Los gases pueden estar presentes como gases inertes de protección o bien pueden ser producto de una reacción química del proceso.
Este diagrama contiene lo principales contaminantes en las atmósferas de soldadura: partículas y gases.
• Las primeras son partículas de polvo o de humo, aún más diminutas.
• Los humos metálicos son diminutas partículas de metal que se han vaporizado debido al arco y que al enfriarse se solidifican.
• Los gases pueden estar presentes como gases inertes de protección o bien pueden ser producto de una reacción química del proceso.
•Los polvos más dañinos son aquellos cuyas partículas microscópicas no son más o menos redondas, sino que tienen forma de fibras.
El asbesto y la sílice son ejemplos.
•Los riesgos más insidiosos son los de las partículas o gases que no irritan directamente a los pulmones, sino que por esa vía pasan al resto del cuerpo, donde actúan como venenos sistémicos.
Los pulmones tienen defensas naturales contra el polvo, pneumoconiosis[1] de algunos soldadores no son más riesgosas que las causadas por barrer el piso. Sin embargo, algunos polvos de soldadura son más peligrosos porque causa fibrosis, la acumulación del tejido fibroso (y por tanto inútil) en los pulmones. Los polvos más dañinos son aquellos cuyas partículas microscópicas no son más o menos redondas, sino que tienen forma de fibras. El asbesto y la sílice son ejemplos.
Los “irritantes pulmonares” son más directos, en el sentido de que atacan sin más los pulmones, sean gases o partículas. No obstante, los riesgos más insidiosos son los de las partículas o gases que no irritan directamente a los pulmones, sino que por esa vía pasan al resto del cuerpo, donde actúan como venenos sistémicos.
[1] Termino general que significa literalmente “reacciones al polvo de pulmones”.
Este diagrama contiene lo principales contaminantes en las atmósferas de soldadura: partículas y gases.
• Las primeras son partículas de polvo o de humo, aún más diminutas.
• Los humos metálicos son diminutas partículas de metal que se han vaporizado debido al arco y que al enfriarse se solidifican.
• Los gases pueden estar presentes como gases inertes de protección o bien pueden ser producto de una reacción química del proceso.
•Los polvos más dañinos son aquellos cuyas partículas microscópicas no son más o menos redondas, sino que tienen forma de fibras.
El asbesto y la sílice son ejemplos.
•Los riesgos más insidiosos son los de las partículas o gases que no irritan directamente a los pulmones, sino que por esa vía pasan al resto del cuerpo, donde actúan como venenos sistémicos.
Los pulmones tienen defensas naturales contra el polvo, pneumoconiosis[1] de algunos soldadores no son más riesgosas que las causadas por barrer el piso. Sin embargo, algunos polvos de soldadura son más peligrosos porque causa fibrosis, la acumulación del tejido fibroso (y por tanto inútil) en los pulmones. Los polvos más dañinos son aquellos cuyas partículas microscópicas no son más o menos redondas, sino que tienen forma de fibras. El asbesto y la sílice son ejemplos.
Los “irritantes pulmonares” son más directos, en el sentido de que atacan sin más los pulmones, sean gases o partículas. No obstante, los riesgos más insidiosos son los de las partículas o gases que no irritan directamente a los pulmones, sino que por esa vía pasan al resto del cuerpo, donde actúan como venenos sistémicos.
[1] Termino general que significa literalmente “reacciones al polvo de pulmones”.
Potenciales de Riesgo.
El principal contribuyente a los contaminantes atmosféricos en las operaciones de soldadura es el recubrimiento o el estado del material que se va a unir. Es cierto que la soldadura sobre hierro limpio o acero de construcción ordinario produce cantidades bastante abundantes de humo de óxido de hierro, pero por fortuna la siderosis, es decir, la pneumoconiosis producida por el óxido de hierro, no es una enfermedad muy peligrosa cuando viene sola. Sin embargo, si la superficie del metal está recubierta por un material que contiene asbesto, hay que eliminar el recubrimiento para no contaminar el aire.
Incluso el acto de limpiar las superficies del metal que van a soldar presenta riesgos secundarios. Si para limpiar el metal se utilizan hidrocarburos clorados, como el tricloroetileno, estos solventes deben también eliminarse con cuidado antes de llevar a cabo la soldadura. La energía del arco puede provocar la descomposición del solvente en peligroso gas fosfeno.
Incluso el acto de limpiar las superficies del metal que van a soldar presenta riesgos secundarios. Si para limpiar el metal se utilizan hidrocarburos clorados, como el tricloroetileno, estos solventes deben también eliminarse con cuidado antes de llevar a cabo la soldadura. La energía del arco puede provocar la descomposición del solvente en peligroso gas fosfeno.
El término galvanizado se refiere a un recubrimiento de zinc sobre el metal cuyo objetivo es evitar el herrumbre. La soldadura con acero galvanizado necesita precauciones especiales y una buena ventilación, porque el arco de soldadura puede producir humos de zinc o de óxido de zinc. El zinc no es tan peligroso como el plomo, pero puede causar una breve e incómoda “fiebre de humo de metal”. La exposición diaria produce alguna inmunidad, pero se pierde en pocos días.
Los metales plateados o electrodepositados son mucho más peligrosos para soldar que el hierro o acero sobre el cual se efectúa el plateado. El cadmio es un metal de plateado cuyos humos de soldadura se consideran muy peligrosos. Es un humo mortal con una sola exposición aguda. Aún peor, las exposiciones agudas al cadmio no presentan síntomas de advertencia. Las exposiciones crónicas s e ha asociado con enfisema y deficiencia renal.
El acero inoxidable es uno de los materiales más peligrosos para soldar, debido a su alto contenido de cromo. La oxidación provocada por el calor de la soldadura produce trióxido de cromo, que reacciona con el agua para producir ácido crómico. Este acido ulcera las zonas acuosas de la piel y las membranas mucosas.
La soldadura en espacios confinados complica el problema de la contaminación atmosférica. En tales espacios, los riesgos por gases aumentan. El nitrógeno y el argón son agentes inertes para la protección de la soldadura, pero también son asfixiantes simples. Otro asfixiantes simple, el monóxido de carbono es un asfixiantes químico que también se encuentra en alguna medida en las atmosferas de soldadura, especialmente en el gas.
El nitrógeno no es tan inerte como el argón o el helio aunque es un elemento relativamente estable. Pero el nitrógeno se puede oxidar, es especial por las extremas temperaturas de soldadura, y crea óxidos que pueden ser dañinos. Debido a que hay varios óxidos de nitrógeno y a que son difíciles de aislar, los higienistas industriales se refieren a ellos como grupo con el nombre de “NOx”. El óxido nitroso, N2O, a menudo llamado “gas de risa”, alguna vez se consideró inofensivo e incluso se utilizaba como anestésico dental. Mucho más dañinos son el óxido nítrico (NO) y sobre todo el bióxido de nitrógeno (NO2). De acuerdo con Sax el NOx en concentraciones de 60 a 150 ppm puede provocar un efecto retrasado después de una irritación inicial en la nariz y en la garganta. Después de respirar aire fresco, la irritación desaparece. Sin embargo, de seis a 24 horas después, comienza la siguiente serie de síntomas: cerrazón y sensación de ardor en el pecho, falta de respiración, necesidad de aire, cianosis, pérdida de la consciencia y muerte.
El plomo y el mercurio son venenos sistémicos bien conocidos, y sus vías principales de entrada al cuerpo son los humos transportados por el aire. La mayor parte de las soldaduras no requieren de estos dos materiales. El estañado se emplea ampliamente con aleaciones de plomo, pero sus bajas temperaturas hacen que los humos de plomo sean relativamente inofensivos.
El acero inoxidable es uno de los materiales más peligrosos para soldar, debido a su alto contenido de cromo. La oxidación provocada por el calor de la soldadura produce trióxido de cromo, que reacciona con el agua para producir ácido crómico. Este acido ulcera las zonas acuosas de la piel y las membranas mucosas.
La soldadura en espacios confinados complica el problema de la contaminación atmosférica. En tales espacios, los riesgos por gases aumentan. El nitrógeno y el argón son agentes inertes para la protección de la soldadura, pero también son asfixiantes simples. Otro asfixiantes simple, el monóxido de carbono es un asfixiantes químico que también se encuentra en alguna medida en las atmosferas de soldadura, especialmente en el gas.
El nitrógeno no es tan inerte como el argón o el helio aunque es un elemento relativamente estable. Pero el nitrógeno se puede oxidar, es especial por las extremas temperaturas de soldadura, y crea óxidos que pueden ser dañinos. Debido a que hay varios óxidos de nitrógeno y a que son difíciles de aislar, los higienistas industriales se refieren a ellos como grupo con el nombre de “NOx”. El óxido nitroso, N2O, a menudo llamado “gas de risa”, alguna vez se consideró inofensivo e incluso se utilizaba como anestésico dental. Mucho más dañinos son el óxido nítrico (NO) y sobre todo el bióxido de nitrógeno (NO2). De acuerdo con Sax el NOx en concentraciones de 60 a 150 ppm puede provocar un efecto retrasado después de una irritación inicial en la nariz y en la garganta. Después de respirar aire fresco, la irritación desaparece. Sin embargo, de seis a 24 horas después, comienza la siguiente serie de síntomas: cerrazón y sensación de ardor en el pecho, falta de respiración, necesidad de aire, cianosis, pérdida de la consciencia y muerte.
El plomo y el mercurio son venenos sistémicos bien conocidos, y sus vías principales de entrada al cuerpo son los humos transportados por el aire. La mayor parte de las soldaduras no requieren de estos dos materiales. El estañado se emplea ampliamente con aleaciones de plomo, pero sus bajas temperaturas hacen que los humos de plomo sean relativamente inofensivos.
El berilio es un metal de aleación muy útil, utilizado en acero, cobre y aluminio. Pero la presencia de la aleación del berilio en el material hace que éste sea muy peligroso para soldar. Dado que los riesgos por humo (partículas) de berilio son tanto agudos como crónicos, la mayoría de los soldadores temen a los peligros del berilio.
El flúor y sus compuestos, usualmente fluoruros, entran a la atmosfera de la soldadura a través del fundente o del recubrimiento de la varilla de soldadura. El popular proceso de soldadura de arco de metal protegido (SMAW) esta sometido a los riesgos de los compuestos de flúor. El riesgo principal es el de la exposición crónica, no aguda, y las exposiciones a largo plazo provocan anormalidades en los huesos.
El flúor y sus compuestos, usualmente fluoruros, entran a la atmosfera de la soldadura a través del fundente o del recubrimiento de la varilla de soldadura. El popular proceso de soldadura de arco de metal protegido (SMAW) esta sometido a los riesgos de los compuestos de flúor. El riesgo principal es el de la exposición crónica, no aguda, y las exposiciones a largo plazo provocan anormalidades en los huesos.
Otros compuestos y fundentes limpiadores puedes ser también riesgosos, y el personal debe verificar los ingredientes y seguir las instrucciones del fabricante.
Dispositivos Purificadores.
Si el aire de escape ésta lo bastante limpio para cumplir con las normas exteriores, quizá no sea necesario filtrarlo o purificarlo una vez que sale de la planta. Pero con frecuencia se requiere algún dispositivo de purificación en el exterior, así como en el interior para los sistemas de recirculación, en especial para eliminar las partículas.
Dispositivos básicos para la eliminación de partículas. Los dispositivos centrífugos, a menudo llamados ciclones.
Los cuales aprovechan la masa de las partículas contaminantes para hacer que se acumulen a los costados del ciclón en el aire que gira y que después se deslicen hasta el fondo y se fijen en el cuello del embudo, de donde es posible eliminarlas periódicamente.
Otro dispositivo centrífugo hace que el aire pase a través de rejillas, en las que las partículas se separan del aire. Una separación común de los ciclones es en la eliminación del polvo del grano en los elevadores y molinos de granos. Los ciclones también se utilizan también para el aserrín del trabajo en madera, plástico, polvo y algunas partículas químicas secas.
Los precipitadores electrostáticos conceden a las partículas una carga eléctrica muy elevada (por ejemplo 50,000 volts), para que las atraiga un electrodo recolector de carga eléctrica opuesta. Estos dispositivos también se aplican en chimeneas, para impedir que las cenizas vuelen.
Las lavadoras de aire incluyen una gran variedad de dispositivos que emplean agua o soluciones químicas para lavar el aire y eliminar partículas u otros contaminantes, algunos hacen pasar el aire sucio por agua o una solución estancada, otros impulsan el aire sucio hacia arriba por una torre con un condensador a través del cual cae agua. Las lavadoras de aire se usan en la industria química para eliminar gases y vapores, además de partículas, otras industrias que emplean lavadoras de aire son las de hule y las de cerámicas, las fundiciones y las de corte de metal.
Los filtros de tela, o de tipo bolsa son esencialmente como la bolsa de una aspiradora, algunos son enormes y están colocados en un edificio aparte, llamado casa de las bolsas.
Dispositivos básicos para la eliminación de partículas. Los dispositivos centrífugos, a menudo llamados ciclones.
Los cuales aprovechan la masa de las partículas contaminantes para hacer que se acumulen a los costados del ciclón en el aire que gira y que después se deslicen hasta el fondo y se fijen en el cuello del embudo, de donde es posible eliminarlas periódicamente.
Otro dispositivo centrífugo hace que el aire pase a través de rejillas, en las que las partículas se separan del aire. Una separación común de los ciclones es en la eliminación del polvo del grano en los elevadores y molinos de granos. Los ciclones también se utilizan también para el aserrín del trabajo en madera, plástico, polvo y algunas partículas químicas secas.
Los precipitadores electrostáticos conceden a las partículas una carga eléctrica muy elevada (por ejemplo 50,000 volts), para que las atraiga un electrodo recolector de carga eléctrica opuesta. Estos dispositivos también se aplican en chimeneas, para impedir que las cenizas vuelen.
Las lavadoras de aire incluyen una gran variedad de dispositivos que emplean agua o soluciones químicas para lavar el aire y eliminar partículas u otros contaminantes, algunos hacen pasar el aire sucio por agua o una solución estancada, otros impulsan el aire sucio hacia arriba por una torre con un condensador a través del cual cae agua. Las lavadoras de aire se usan en la industria química para eliminar gases y vapores, además de partículas, otras industrias que emplean lavadoras de aire son las de hule y las de cerámicas, las fundiciones y las de corte de metal.
Los filtros de tela, o de tipo bolsa son esencialmente como la bolsa de una aspiradora, algunos son enormes y están colocados en un edificio aparte, llamado casa de las bolsas.
Protección Respiratoria.
Como se analizo anteriormente una mascara de gas bien diseñada y costosa es inútil y podría llamarse con mayor propiedad una “mascara mortal” si el problema atmosférico resulta ser por ejemplo una deficiencia de oxigeno.
La atmosfera más peligrosa se denomina PIV y PIVS, que significa “de peligro inmediato para la vida” y “de peligro inmediato para la vida y la salud”. Si una sola exposición aguda es causa de muerte, es causa de muerte, se dice que la atmosfera es PIV y si una sola exposición aguda ocasiona un daño irreversible a la salud, se dice que la atmosfera es PVIS.
Algunos materiales como el gas de fluoruro de hidrogeno y el vapor de cadmio, producen efectos transitorios inmediatos que, un así son graves, pueden pasar si atención medica, pero son seguidos por un colapso repentino y posiblemente mortal de 12 a 72 horas mas tarde, y después de recuperarse de los efectos transitorios, la victima se siente normal hasta que colapsa.
Una protección eficaz exige que se implante un programa bien planteado que incluya una selección adecuada de respiradores, pruebas de ajuste, mantenimiento periódico y capacitación de los empleados. Pues en algunas empresas distribuyen respiradores entre los empleados sin molestarse en establecer un programa completo, apoyándose en la excusa de que eso no hace falta, por que los contaminantes en la atmosfera de la planta no exceden los limites de exposición máximos permisibles. Y si los empleados se dan cuenta de que si existen contaminantes en la atmosfera son tranquilizados con falsos programas de seguridad.
Es por eso que existen dispositivos purificadores de aire en entre los cuales se encuentra:
• La mascara para polvo uno de los respiradores mas popular de todos y el que peor se usa, destinada solo a las partículas (solidos suspendidos), la cual no esta aprobada para la mayor parte de los riesgos de pintura y soldadura, ya que además se utiliza inadecuadamente en dichas situaciones.
Por otro lado mascaras para polvo están aprobadas para venenos sistémicos leves, pero por lo general están limitadas a polvos irritantes. Una de sus limitaciones principales es su ajuste, incluso los modelos de mejor ajuste tienen fugas de aproximadamente 20% y solo es popular por que es barata, higiénica y puede desecharse después de usarla. Por lo tanto es el respirador con mas probabilidad que encontrara el gerente se seguridad e higiene que los empleados traen de su casa al trabajo.
• Cuarto de mascara algunas veces llamada medio mascara tipo B, tiene todo el aspecto de la media mascara¸ excepto que la barbilla no va dentro, esta es mejor que la mascara para polvo, pero también esta aprobada solo para polvos no mas tóxicos que el plomo.
• Media mascara esta se ajusta por debajo de la barbilla y hasta el puente de la nariz, esta debe tener cuatro puntos de suspensión, dos a cada lado de la mascara, conectados con hules o elásticos alrededor de la cabeza.
• Mascara completa esta se refiere a aquella mascara en la cual la cámara del filtro, la cual se ajusta directamente en el área de la barbilla. Lo filtros pueden ser cartuchos dobles o bien pequeños cartuchos sencillos, los cartuchos contiene absorbentes granulares que filtran el aire por absorción, absorción o reacción química.
• Máscara para gas esta diseñada para cartuchos de filtro demasiados grandes o pesados para colgarlos directamente de la barbilla, el cartucho esta suspendido de su propio arnés y por lo común esta conectado a la mascara facial mediante un tubo de respiración corrugado o flexible.
• Respirador bucal este dispositivo no esta diseñado para uso normal, el propósito del respirador bucal es permitir que el usuario este listo para escapar en tales casos. La respiración se lleva acabo por la boca, a través de un vástago sostenido entre los dientes, se deben utilizar pinzas nasales para no aspirar por la nariz. Es posible formar un buen sello con la boca y los labios, pero la eficacia del respirador depende en gran medida del conocimiento y la habilidad del usuario.
• Respirador de manguera de aire es un respirador de suministro de aire, y debe su nombre a la manera en que se suministra el aire a la mascara, mediante una manguera de diámetro pequeño (y no mas de 100 metros de largo), que se aprueba junto con la mascar (no se acepta manguera ordinaria de jardín). El aire proviene de cilindros o de compresores. La presilla para la nariz proporciona el cierre positivo de las fosas nasales. El cartucho químico es reemplazable.
Este dispositivo está diseñado especialmente para el uso en la industria química, la industria de la pulpa de papel, y otras industrias en las que el personal debe asignarse a una zona que puede contaminarse repentinamente por gases ácido.
Se distinguen tres tipos de respirador según el modo de suministro de aire: de flujo continuo, de flujo sobre demanda y demanda sobre presión.
El modo de flujo continuo, el respirador recibe aire fresco sin ninguna acción del usuario, pues el aire es impulsado dentro del aparato, el flujo del aire debe ser por lo menos de 170 decímetros cúbicos por minuto para que la capucha sea aprobada para uso en este modo, pero el flujo no debe ser mucho mayor, por que puede causar mucho ruido dentro de la capucha. Una de las ventajas del modo de flujo continuo es que perite el uso de una capucha algo suelta y con fugas.
El modo de flujo sobre demanda, el aire no fluye hasta que se abre una válvula, activada por la presión negativa que causa el usuario al inhalar, a su vez la exhalación cierra la válvula. Este modo utiliza menos aire, así que es posible utilizarlo con cilindros, pero a su vez necesita de una pieza facial con alguna pieza facial de buen ajuste.
El modo de demanda sobre presión tiene características tanto del modo de flujo continuo como del modo de flujo sobre demanda, este modo requiere aún de una mascara con buen ajuste y no pueden pórtalas las personas que lleven barba.
• Mascara de manguera en esta el diámetro de la manguera es mayor que en el del respirador de manguera de aire, por lo que la fuerza normal de los pulmones basta para inhalar el aire, a veces se utiliza un soplador como ayuda y esta cada vez tiene menos popularidad.
• Aparato independiente de respiración en esta protección respiratoria, el usuario lleva a cuestas todo el aparato, por lo general en la espalda.
En la actualidad, la mayoría de los aparatos de respiración son de circuito abierto, esto es, la respiración exhalada de descarga en la atmósfera. Las unidades de circuito cerrado reciclan la respiración exhalada y restauran los niveles de oxigeno.
La atmosfera más peligrosa se denomina PIV y PIVS, que significa “de peligro inmediato para la vida” y “de peligro inmediato para la vida y la salud”. Si una sola exposición aguda es causa de muerte, es causa de muerte, se dice que la atmosfera es PIV y si una sola exposición aguda ocasiona un daño irreversible a la salud, se dice que la atmosfera es PVIS.
Algunos materiales como el gas de fluoruro de hidrogeno y el vapor de cadmio, producen efectos transitorios inmediatos que, un así son graves, pueden pasar si atención medica, pero son seguidos por un colapso repentino y posiblemente mortal de 12 a 72 horas mas tarde, y después de recuperarse de los efectos transitorios, la victima se siente normal hasta que colapsa.
Una protección eficaz exige que se implante un programa bien planteado que incluya una selección adecuada de respiradores, pruebas de ajuste, mantenimiento periódico y capacitación de los empleados. Pues en algunas empresas distribuyen respiradores entre los empleados sin molestarse en establecer un programa completo, apoyándose en la excusa de que eso no hace falta, por que los contaminantes en la atmosfera de la planta no exceden los limites de exposición máximos permisibles. Y si los empleados se dan cuenta de que si existen contaminantes en la atmosfera son tranquilizados con falsos programas de seguridad.
Es por eso que existen dispositivos purificadores de aire en entre los cuales se encuentra:
• La mascara para polvo uno de los respiradores mas popular de todos y el que peor se usa, destinada solo a las partículas (solidos suspendidos), la cual no esta aprobada para la mayor parte de los riesgos de pintura y soldadura, ya que además se utiliza inadecuadamente en dichas situaciones.
Por otro lado mascaras para polvo están aprobadas para venenos sistémicos leves, pero por lo general están limitadas a polvos irritantes. Una de sus limitaciones principales es su ajuste, incluso los modelos de mejor ajuste tienen fugas de aproximadamente 20% y solo es popular por que es barata, higiénica y puede desecharse después de usarla. Por lo tanto es el respirador con mas probabilidad que encontrara el gerente se seguridad e higiene que los empleados traen de su casa al trabajo.
• Cuarto de mascara algunas veces llamada medio mascara tipo B, tiene todo el aspecto de la media mascara¸ excepto que la barbilla no va dentro, esta es mejor que la mascara para polvo, pero también esta aprobada solo para polvos no mas tóxicos que el plomo.
• Media mascara esta se ajusta por debajo de la barbilla y hasta el puente de la nariz, esta debe tener cuatro puntos de suspensión, dos a cada lado de la mascara, conectados con hules o elásticos alrededor de la cabeza.
• Mascara completa esta se refiere a aquella mascara en la cual la cámara del filtro, la cual se ajusta directamente en el área de la barbilla. Lo filtros pueden ser cartuchos dobles o bien pequeños cartuchos sencillos, los cartuchos contiene absorbentes granulares que filtran el aire por absorción, absorción o reacción química.
• Máscara para gas esta diseñada para cartuchos de filtro demasiados grandes o pesados para colgarlos directamente de la barbilla, el cartucho esta suspendido de su propio arnés y por lo común esta conectado a la mascara facial mediante un tubo de respiración corrugado o flexible.
• Respirador bucal este dispositivo no esta diseñado para uso normal, el propósito del respirador bucal es permitir que el usuario este listo para escapar en tales casos. La respiración se lleva acabo por la boca, a través de un vástago sostenido entre los dientes, se deben utilizar pinzas nasales para no aspirar por la nariz. Es posible formar un buen sello con la boca y los labios, pero la eficacia del respirador depende en gran medida del conocimiento y la habilidad del usuario.
• Respirador de manguera de aire es un respirador de suministro de aire, y debe su nombre a la manera en que se suministra el aire a la mascara, mediante una manguera de diámetro pequeño (y no mas de 100 metros de largo), que se aprueba junto con la mascar (no se acepta manguera ordinaria de jardín). El aire proviene de cilindros o de compresores. La presilla para la nariz proporciona el cierre positivo de las fosas nasales. El cartucho químico es reemplazable.
Este dispositivo está diseñado especialmente para el uso en la industria química, la industria de la pulpa de papel, y otras industrias en las que el personal debe asignarse a una zona que puede contaminarse repentinamente por gases ácido.
Se distinguen tres tipos de respirador según el modo de suministro de aire: de flujo continuo, de flujo sobre demanda y demanda sobre presión.
El modo de flujo continuo, el respirador recibe aire fresco sin ninguna acción del usuario, pues el aire es impulsado dentro del aparato, el flujo del aire debe ser por lo menos de 170 decímetros cúbicos por minuto para que la capucha sea aprobada para uso en este modo, pero el flujo no debe ser mucho mayor, por que puede causar mucho ruido dentro de la capucha. Una de las ventajas del modo de flujo continuo es que perite el uso de una capucha algo suelta y con fugas.
El modo de flujo sobre demanda, el aire no fluye hasta que se abre una válvula, activada por la presión negativa que causa el usuario al inhalar, a su vez la exhalación cierra la válvula. Este modo utiliza menos aire, así que es posible utilizarlo con cilindros, pero a su vez necesita de una pieza facial con alguna pieza facial de buen ajuste.
El modo de demanda sobre presión tiene características tanto del modo de flujo continuo como del modo de flujo sobre demanda, este modo requiere aún de una mascara con buen ajuste y no pueden pórtalas las personas que lleven barba.
• Mascara de manguera en esta el diámetro de la manguera es mayor que en el del respirador de manguera de aire, por lo que la fuerza normal de los pulmones basta para inhalar el aire, a veces se utiliza un soplador como ayuda y esta cada vez tiene menos popularidad.
• Aparato independiente de respiración en esta protección respiratoria, el usuario lleva a cuestas todo el aparato, por lo general en la espalda.
En la actualidad, la mayoría de los aparatos de respiración son de circuito abierto, esto es, la respiración exhalada de descarga en la atmósfera. Las unidades de circuito cerrado reciclan la respiración exhalada y restauran los niveles de oxigeno.
Entrada a Espacios Cerrados.
Uno de los trabajos más peligrosos en la industria es la limpieza, reparación o mantenimiento que requiera entrar en tanques u otros espacios cerrados. El riesgo es evidente pues los tanques no están destinados a una ocupación continua; por lo tanto, el entorno es generalmente sospechoso. Dado que la operación es temporal, es tentador arriesgarse y esperar lo mejo. Aun así se sabe que en tal atmosfera se corre algún peligro, los trabajadores se sienten inclinados “a entrar y salir deprisa” para realizar el trabajo, sin perder el tiempo ni hacer el gasto de un equipo extenso y completo de protección personal.
Caso 11.2
Envenenamiento por sulfuro de hidrogeno
Un trabajador de mantenimiento entro por una lumbrera de alcantarilla para repara una tubería y se desmayo en el fondo. Un colega que lo estaba observando entró a la lumbrera, perdió el conocimiento y cayó también en el fondo. Un supervisor se asomo por la apertura, vio al supuesto rescatista y entro para tratar de sacarlo. Sin embargo, se mareó, salió del lugar y se desmayó. Cuando recobro el conocimiento llamó a servicios de rescate y emergencia. Los dos por envenenamiento con sulfuro de hidrogeno.
En retrospectiva, parece que el segundo trabajador y el supervisor no debieron haber entrado a ese lugar. Sin embargo, el caso 11.2 no es un incidente aislado. Son bastantes incidentes de dobles e incluso triples. En la premura de la emergencia, hay una fuerte tendencia de intentar salvar a la victima, y de alguna forma nuestros procesos de razonamiento no nos dicen que lo que le paso al primer trabajador nos pasara también a nosotros. Según pensamos que estaremos más alerta a los síntomas que la primera victima y que saldremos rápidamente en cuanto nos demos cuenta que estamos sufriendo el mismo destino.
La OSHA tiene mucho interés en este riesgo, y durante muchos años reunió datos, opiniones de representantes de la industria y de los sindicatos y propuso formas de redactar una norma que se refiriera específicamente a los riesgos en espacios cerrados. Entretanto, continúo investigando tales fallecimientos y notificando al patrono, apoyándose ´por lo general en la clausula de responsabilidad general. A principios de 1993, la OSHA termino la redacción de una norma para espacios cerrados con vigilancia a partir del 15 de abril de 1993. La norma ha cristalizado el sentir de la industria concerniente a lo que debe hacerse a fin de prepararse y evadir los riesgos en espacios encerrados.
Identificación del Riesgo.
Los espacios cerrados tienen más riesgos de lo que la gente piensa. El riesgo es la atmosfera que el trabajador respira, pero no es de ninguna manera el único, algunos espacios cerrados presentan un riesgo mecánico, como la pesadilla de descender en un espacio cada vez mas angosto que puede atrapar al trabajador, haciendo que todo movimiento de escape no haga mas que agravar el problema y lo deje sin esperanzas en un espacio sofocante. El riesgo de entrampamiento en silos, cubas de almacenamiento de forma de cuña, embudos alimentarios y recolectores ciclón, es real e incluso común en las industrias agrícolas y procesamiento de materiales.
Otro riesgo que no tiene que ver con la calidad atmosférica es quedar sepultado. La arena, el grano y otros materiales granulares sólidos tienen propiedades parecidas a los fluidos. Quienes caen en ellos quedan atrapados y rodeados mientras se hunden más en cada movimiento. La muerte sobreviene en por lo menos dos formas: por respirar el polvo y otras partículas de material que bloquean los conductos pulmonares, o bien por quedarse atrapado con el peso del material que se cierra alrededor de las victimas.
Aislamiento del Espacio.
Es evidente que si un espacio contiene liquido, especialmente uno que evita vapores tóxicos, hay retirarlo antes de entrar. Además es elemental cerrar las válvulas de tubería que suministran el líquido. Sin embargo el riesgo es más insidioso cuando se trata de un espacio cerrado. Aunque la válvula esté cerrad, si tiene una presión bastante alta puede haber una pequeña cantidad de fuga o purga en el espacio. Esto ha llevado a un procedimiento de seguridad llamado como doble bloqueo y curva.
Otra práctica que cumple el mismo objetivo consiste en cortar o separar la tubería y desalinearla para romper la continuidad entre el espacio cerrado y el material peligroso, otra solución es el sellador o cegamiento, que pide cerrar totalmente el tubo, tubería o ducto acoplado a una placa solida que cubra la sección transversal de la tubería y será capaz de soportar la presión máxima de su contenido sin fuga alguna.
Caso 11.3
Sumidero de arena
Dos empleados de una fundición de Ohio entraron a un silo de arena para librar un atascamiento. Mientras estaban trabajando, la arena que había adherido a los lados de los silos comenzó a soltarse y caer sobre ellos. Uno de los empleados quedo encerrado rápidamente hasta el pecho, justo por debajo de las axilas. El otro salió del silo a conseguir una cuerda con que sacar a su colega de la arena. De vuelta, la ato a su compañero y trato de jalarlo. No tuvo éxito. Durante el intento de rescate, cayo mas arena adicional que cubrió por completo y asfixiando al empleado atrapado.
Aunque quedar sepultados es un riesgo serio, la simple deficiencia del oxigeno (menos de 19.5% de oxigeno en el aire de respiración) es el mayor asesino en los espacios cerrados. A menudo se debe a procesos químicos que reaccionan con el oxigeno del aire, como la fermentación, la combustión e incluso la corrosión. Las alcantarillas y las instalaciones de procesamiento de aguas negras suelen ser deficientes en oxigeno. Es irónico que la utilización de gases inertes, un procedimiento utilizado para prevenir incendios, origina un riesgo diferente: deficiencia de oxigeno. Para desplazar el oxigeno en un recinto cuya atmosfera pueda contener concentraciones peligrosas de gases o vapores inflamables se utiliza nitrógeno o algún otro gas inerte. Muy poco oxigeno es riesgo, pero también lo es demasiado. El oxigeno tiene una densidad ligeramente mayor que el aire de respiración normal, así que el enriquecimiento por oxigeno (contenido de oxigeno mayor a 23.5% en el aire de respiración) puede presentar problemas en espacios cerrados como los silos para misiles.
Caso 11.2
Envenenamiento por sulfuro de hidrogeno
Un trabajador de mantenimiento entro por una lumbrera de alcantarilla para repara una tubería y se desmayo en el fondo. Un colega que lo estaba observando entró a la lumbrera, perdió el conocimiento y cayó también en el fondo. Un supervisor se asomo por la apertura, vio al supuesto rescatista y entro para tratar de sacarlo. Sin embargo, se mareó, salió del lugar y se desmayó. Cuando recobro el conocimiento llamó a servicios de rescate y emergencia. Los dos por envenenamiento con sulfuro de hidrogeno.
En retrospectiva, parece que el segundo trabajador y el supervisor no debieron haber entrado a ese lugar. Sin embargo, el caso 11.2 no es un incidente aislado. Son bastantes incidentes de dobles e incluso triples. En la premura de la emergencia, hay una fuerte tendencia de intentar salvar a la victima, y de alguna forma nuestros procesos de razonamiento no nos dicen que lo que le paso al primer trabajador nos pasara también a nosotros. Según pensamos que estaremos más alerta a los síntomas que la primera victima y que saldremos rápidamente en cuanto nos demos cuenta que estamos sufriendo el mismo destino.
La OSHA tiene mucho interés en este riesgo, y durante muchos años reunió datos, opiniones de representantes de la industria y de los sindicatos y propuso formas de redactar una norma que se refiriera específicamente a los riesgos en espacios cerrados. Entretanto, continúo investigando tales fallecimientos y notificando al patrono, apoyándose ´por lo general en la clausula de responsabilidad general. A principios de 1993, la OSHA termino la redacción de una norma para espacios cerrados con vigilancia a partir del 15 de abril de 1993. La norma ha cristalizado el sentir de la industria concerniente a lo que debe hacerse a fin de prepararse y evadir los riesgos en espacios encerrados.
Identificación del Riesgo.
Los espacios cerrados tienen más riesgos de lo que la gente piensa. El riesgo es la atmosfera que el trabajador respira, pero no es de ninguna manera el único, algunos espacios cerrados presentan un riesgo mecánico, como la pesadilla de descender en un espacio cada vez mas angosto que puede atrapar al trabajador, haciendo que todo movimiento de escape no haga mas que agravar el problema y lo deje sin esperanzas en un espacio sofocante. El riesgo de entrampamiento en silos, cubas de almacenamiento de forma de cuña, embudos alimentarios y recolectores ciclón, es real e incluso común en las industrias agrícolas y procesamiento de materiales.
Otro riesgo que no tiene que ver con la calidad atmosférica es quedar sepultado. La arena, el grano y otros materiales granulares sólidos tienen propiedades parecidas a los fluidos. Quienes caen en ellos quedan atrapados y rodeados mientras se hunden más en cada movimiento. La muerte sobreviene en por lo menos dos formas: por respirar el polvo y otras partículas de material que bloquean los conductos pulmonares, o bien por quedarse atrapado con el peso del material que se cierra alrededor de las victimas.
Aislamiento del Espacio.
Es evidente que si un espacio contiene liquido, especialmente uno que evita vapores tóxicos, hay retirarlo antes de entrar. Además es elemental cerrar las válvulas de tubería que suministran el líquido. Sin embargo el riesgo es más insidioso cuando se trata de un espacio cerrado. Aunque la válvula esté cerrad, si tiene una presión bastante alta puede haber una pequeña cantidad de fuga o purga en el espacio. Esto ha llevado a un procedimiento de seguridad llamado como doble bloqueo y curva.
Otra práctica que cumple el mismo objetivo consiste en cortar o separar la tubería y desalinearla para romper la continuidad entre el espacio cerrado y el material peligroso, otra solución es el sellador o cegamiento, que pide cerrar totalmente el tubo, tubería o ducto acoplado a una placa solida que cubra la sección transversal de la tubería y será capaz de soportar la presión máxima de su contenido sin fuga alguna.
Caso 11.3
Sumidero de arena
Dos empleados de una fundición de Ohio entraron a un silo de arena para librar un atascamiento. Mientras estaban trabajando, la arena que había adherido a los lados de los silos comenzó a soltarse y caer sobre ellos. Uno de los empleados quedo encerrado rápidamente hasta el pecho, justo por debajo de las axilas. El otro salió del silo a conseguir una cuerda con que sacar a su colega de la arena. De vuelta, la ato a su compañero y trato de jalarlo. No tuvo éxito. Durante el intento de rescate, cayo mas arena adicional que cubrió por completo y asfixiando al empleado atrapado.
Aunque quedar sepultados es un riesgo serio, la simple deficiencia del oxigeno (menos de 19.5% de oxigeno en el aire de respiración) es el mayor asesino en los espacios cerrados. A menudo se debe a procesos químicos que reaccionan con el oxigeno del aire, como la fermentación, la combustión e incluso la corrosión. Las alcantarillas y las instalaciones de procesamiento de aguas negras suelen ser deficientes en oxigeno. Es irónico que la utilización de gases inertes, un procedimiento utilizado para prevenir incendios, origina un riesgo diferente: deficiencia de oxigeno. Para desplazar el oxigeno en un recinto cuya atmosfera pueda contener concentraciones peligrosas de gases o vapores inflamables se utiliza nitrógeno o algún otro gas inerte. Muy poco oxigeno es riesgo, pero también lo es demasiado. El oxigeno tiene una densidad ligeramente mayor que el aire de respiración normal, así que el enriquecimiento por oxigeno (contenido de oxigeno mayor a 23.5% en el aire de respiración) puede presentar problemas en espacios cerrados como los silos para misiles.