Primeros auxilios
Los primeros auxilios son la asistencia inmediata que se presta a las víctimas de accidentes antes de la llegada de personal médico especializado. Su objetivo es detener y, si es posible, revertir el daño ocasionado. Consisten en una serie de medidas rápidas y sencillas, como liberar la vía aérea, aplicar presión sobre las heridas sangrantes o lavar las quemaduras químicas situadas en los ojos o en la piel.
Los factores principales que definen los servicios de primeros auxilios de un lugar de trabajo son los riesgos específicos de la actividad y la disponibilidad de asistencia médica definitiva. Evidentemente, la asistencia que requiere una lesión causada por una sierra de gran potencia es radicalmente diferente de la que requiere la producida por la inhalación de un producto químico.
Desde la perspectiva de los primeros auxilios, una herida grave en el muslo que se produce cerca de un hospital dotado de servicio quirúrgico requiere poco más que un transporte adecuado; si la misma lesión se produce en una zona rural situada a ocho horas del servicio médico más cercano, los primeros auxilios incluirían, entre otras cosas, el desbridamiento, la ligadura de los vasos sangrantes y la administración de inmunoglobulina antitetánica y antibióticos.
El concepto de primeros auxilios es flexible, no sólo en cuanto a qué debe hacerse (durante cuánto tiempo, con qué grado de complejidad), sino también por lo que respecta a quién debe hacerlo. Aunque es necesario actuar con mucho cuidado, todo trabajador puede conocer las cinco o diez reglas fundamentales sobre lo que se debe y no se debe hacer en materia de primeros auxilios.
En algunas situaciones, la acción inmediata puede salvar la vida, un miembro o la vista. Los compañeros de trabajo de las víctimas no deben quedarse paralizados mientras esperan la llegada de personal especializado.
Importancia de los primeros auxilios.
En los casos de parada cardíaca por fibrilación ventricular, la desfibrilación realizada durante los cuatro primeros minutos logra unas tasas de supervivencia del 40 al 50 %, en comparación con valores inferiores al 5 % si se administra más tarde.
Quinientas mil personas mueren de parada cardíaca cada año sólo en Estados Unidos. En cuanto a las lesiones químicas oculares, el lavado inmediato con agua puede salvar la vista. En las lesiones de la médula espinal, la inmovilización correcta puede establecer la diferencia entre la recuperación completa y la parálisis. En las hemorragias, la simple aplicación de la punta de un dedo sobre un vaso sangrante puede detener una hemorragia potencialmente mortal.
Con frecuencia, ni siquiera la asistencia médica más avanzada puede reparar los efectos de unos primeros auxilios inadecuados.
Primeros auxilios en el contexto de la organización general de la salud y la seguridad
La prestación de primeros auxilios debe tener siempre una relación directa con la organización general de la salud y la seguridad, ya que los primeros auxilios propiamente dichos no solucionan nada más que una pequeña parte de la asistencia total de los trabajadores. Los primeros auxilios son una parte de la asistencia sanitaria total de los trabajadores. En la práctica, su aplicación dependerá en gran medida de las personas presentes en el momento del accidente, ya sean compañeros de trabajo o personal médico con formación normalizada. Esta intervención inmediata debe completarse con una asistencia médica especializada cuando sea necesario.
Todo programa global sobre salud y seguridad en el trabajo debe incluir primeros auxilios, ya que contribuyen a reducir al mínimo las consecuencias de los accidentes y son, por tanto, uno de los componentes de la prevención terciaria.
No es infrecuente que se produzcan varios incidentes pequeños o accidentes menores antes de que tenga lugar un accidente grave. Los accidentes que sólo requieren primeros auxilios constituyen una señal que deben atender y utilizar los profesionales de la salud y la seguridad en el trabajo para dirigir y promover medidas preventivas.
Relación con otros servicios relacionados con la salud.
Las instituciones que pueden participar en la organización de los primeros auxilios y en la prestación de asistencia después de un accidente o una enfermedad en el trabajo son las siguientes:
Ø el servicio de salud en el trabajo de la propia empresa u otras entidades de salud en el trabajo;
Ø otras instituciones que pueden prestar servicios, como: servicios de ambulancia; servicios de salvamento y urgencia públicos; hospitales, clínicas y centros de salud públicos o privados; médicos privados; centros de toxicología; protección civil; servicios de bomberos y policía.
La empresa, tras consultar con el médico de la fábrica o un consultor médico externo, debe garantizar que la capacidad y las instalaciones de las instituciones médicas más próximas son adecuadas para hacer frente a las lesiones que puedan producirse en un accidente grave.
La cooperación entre estos servicios es muy importante para la prestación de unos primeros auxilios adecuados.
Enfoque organizado de los primeros auxilios.
Organización y planificación
Los primeros auxilios no pueden planificarse de forma aislada, sino que requieren un enfoque organizado integrado por personas, equipos y materiales, instalaciones, sistemas de apoyo y medios para el transporte de víctimas y no víctimas desde el lugar del accidente. La organización de los primeros auxilios debe ser un esfuerzo de cooperación en el que participen la empresa, los servicios de salud pública y de salud en el trabajo, la inspección de trabajo, los directivos de las fábricas y las organizaciones no gubernamentales pertinentes. La implicación de los trabajadores es esencial: suelen ser el mejor recurso ante un eventual accidente en situaciones específicas.
Con independencia del grado de complejidad o de disponibilidad de instalaciones, la secuencia de acciones que deben realizarse en el caso de un episodio imprevisto debe determinarse con antelación. Para ello, deben tenerse en cuenta los peligros y las circunstancias profesionales y no profesionales potenciales y existentes, así como las formas de obtener de inmediato ayuda adecuada. Las situaciones varían no sólo según el tamaño de la empresa, sino también en función de su localización (ciudad o área rural) y del desarrollo del sistema sanitario y la legislación laboral a escala nacional.
En cuanto a la organización de los primeros auxilios, existen algunas variables fundamentales que deben tenerse en cuenta:
Ø tipo de trabajo y nivel de riesgo asociado;
Ø peligros potenciales;
Ø tamaño y organización de la empresa;
Ø disponibilidad de otros servicios sanitarios.
Tipo de trabajo y nivel de riesgo asociado
Los riesgos de lesión varían en gran medida por empresas y profesiones. Incluso dentro de una misma empresa.
El equipo y el material necesarios para los primeros auxilios, así como el número de personas dedicadas a ellos y su formación, pueden variar según el tipo de trabajo y los riesgos que conlleva. En algunas ocasiones se establece una distinción entre tipos de trabajo y riesgos potenciales específicos:
Ø riesgo bajo: por ejemplo, oficinas o tiendas;
Ø riesgo alto: por ejemplo, almacenes, explotaciones agrarias y algunas fábricas y talleres;
Ø riesgos infrecuentes o específicos: por ejemplo, fabricación de acero, fundición y fabricación de materiales no ferrosos, forja, fundiciones; construcción de buques; actividades subterráneas; actividades submarinas; y la mayoría de las industrias en las que se utilizan sustancias nocivas o peligrosas.
Peligros potenciales.
Incluso en las empresas que parecen limpias y seguras pueden producirse muchos tipos de lesiones. Las lesiones graves pueden ser la consecuencia de caídas, golpes contra objetos o contacto con bordes afilados o vehículos en movimiento. Los requisitos específicos en materia de primeros auxilios serán diferentes en función de que se produzcan o existan:
Ø caídas;
Ø cortes importantes, extremidades seccionadas;
Ø lesiones por aplastamiento;
Ø riesgo alto de extensión de incendios y explosiones;
Ø intoxicación por sustancias químicas en el trabajo;
Ø electrocución;
Ø exposición a calor o frío excesivos;
Ø falta de oxígeno;
Ø exposición a agentes infecciosos, mordeduras y picaduras de animales.
Tamaño y organización de la empresa.
Toda empresa, independientemente de su tamaño, debe disponer de primeros auxilios, ya que la frecuencia de accidentes es en muchos casos inversamente proporcional al tamaño de la empresa.
En las grandes empresas, la planificación y la organización de los primeros auxilios puede ser más sistemática. Esto se debe a que cada taller tiene funciones diferentes y a que la plantilla está distribuida de un modo más específico que en las empresas más pequeñas. En consecuencia, el equipo, el material y las instalaciones para primeros auxilios, así como el personal de primeros auxilios y su formación, pueden organizarse normalmente de un modo más preciso, como respuesta a los posibles riesgos, en una empresa grande que en otra de tamaño menor. No obstante, los primeros auxilios también pueden organizarse con eficacia también en las pequeñas empresas.
Disponibilidad de otros servicios de salud
El nivel de formación y el grado de organización de los primeros auxilios están determinados, básicamente, por la proximidad de la empresa a servicios sanitarios de fácil acceso y por su integración con ellos. Una relación estrecha, con un flujo adecuado de información, que permita evitar los retrasos en el transporte y en la solicitud de ayuda, puede ser más decisiva para obtener buenos resultados que las habilidades en la aplicación de procedimientos médicos. Todo programa de primeros auxilios en el lugar de trabajo debe adaptarse al servicio médico que proporciona la asistencia definitiva a los trabajadores lesionados y convertirse en una extensión del mismo.
Requisitos básicos de un programa de primeros auxilios
Los primeros auxilios deben considerarse parte de una buena gestión y de la seguridad en el trabajo. La experiencia de los países en los que los primeros auxilios están plenamente establecidos indica que el modo más adecuado de garantizar su eficacia es que la legislación los considere obligatorios. Los elementos básicos de un programa de primeros auxilios son los siguientes:
Equipo, material e instalaciones
Ø equipo para el salvamento de la víctima en el lugar del accidente a fin de prevenir lesiones adicionales;
Ø maletines de primeros auxilios, botiquines o equipos similares, con una cantidad suficiente del material y los instrumentos necesarios para la prestación de los primeros auxilios básicos;
Ø equipo y material especializados que puedan ser necesarios en empresas con riesgos específicos o poco comunes en el trabajo;
Ø sala de primeros auxilios adecuadamente identificada o instalación similar en la que puedan administrarse los primeros auxilios;
Ø disposición de medios de evacuación y transporte de urgencia de los heridos hasta el servicio de primeros auxilios o los lugares en los que se disponga de asistencia médica complementaria;
Ø medios para dar la alarma y comunicar la situación de alerta.
Recursos humanos
Ø selección, formación y readaptación profesional de las personas adecuadas para administrar los primeros auxilios;
Ø formación de reconversión, con ejercicios prácticos de simulación de situaciones de emergencia, teniendo en cuenta los peligros profesionales específicos que existen en la empresa.
Otros
Ø elaboración de un plan, en el que se prevean acuerdos con los servicios de salud públicos o privados pertinentes, para la prestación de asistencia médica después de los primeros auxilios;
Ø educación e información de todos los trabajadores sobre la prevención de accidentes y lesiones y las medidas que deben adoptar los propios trabajadores después de una lesión;
Ø información sobre las disposiciones en materia de primeros auxilios y actualización periódica de esa información;
Ø difusión de anuncios con información, guías visuales y normas sobre primeros auxilios, así como de los planes para la prestación de asistencia médica después de los primeros auxilios;
Ø cumplimentación de un registro.
Personal de primeros auxilios
El personal de primeros auxilios está integrado por personas presentes en el lugar de trabajo; normalmente, son trabajadores que conocen las condiciones específicas de trabajo, que no siempre disponen de cualificación médica, pero sí de la formación y la preparación necesarias para realizar tareas muy específicas. No todos los trabajadores cumplen los requisitos para recibir formación sobre la prestación correspondiente. El personal de primeros auxilios debe ser cuidadosamente seleccionado, y deben considerarse atributos como la fiabilidad, la motivación y la capacidad para tratar a las personas en una situación de crisis.
Tipo y número
La legislación sobre primeros auxilios difiere por países en cuanto al tipo de personal necesario para prestar este servicio y el número de personas que han de integrarlo. En algunos países se basa en el número de personas empleadas en el lugar de trabajo. En otros, los criterios fundamentales son los riesgos potenciales del trabajo. En otros, se consideran estos dos factores en conjunto. En los países con una larga tradición de prácticas de salud y seguridad en el trabajo y en los que la frecuencia de accidentes es baja, se suele prestar más atención al tipo de personal de primeros auxilios.
En la práctica, puede establecerse una diferencia entre dos tipos de personal de primeros auxilios:
Ø el personal de primeros auxilios de nivel básico, que recibe una formación básica, como se describe más adelante, y que está calificado para actuar en los casos en los que el riesgo potencial en el trabajo es bajo;
Ø el personal de primeros auxilios de nivel avanzado, que debe recibir una formación básica y avanzada, y ha de estar cualificado para actuar en los casos en los que el riesgo potencial sea más alto, especial o poco común.
Formación
La formación del personal de primeros auxilios es el factor más importante para la eficacia de la organización de este servicio. Los programas de formación han de ajustarse a las necesidades de la empresa, en especial al tipo de trabajo y a los riesgos consiguientes.
Formación básica
Los programas de formación básica suelen tener una duración mínima de 10 horas. Los programas pueden dividirse en dos partes: tareas generales que deben realizarse y práctica concreta de los primeros auxilios.
Tareas generales
Ø organización de los primeros auxilios;
Ø evaluación de la situación, la magnitud y la gravedad de las lesiones y de la necesidad de solicitar asistencia médica adicional;
Ø protección de la víctima frente a nuevas lesiones, sin riesgo para el socorrista; ubicación y utilización del equipo de salvamento;
Ø observación e interpretación del estado general de la víctima;
Ø ubicación, utilización y mantenimiento del equipo e instalaciones de primeros auxilios;
Ø plan de acceso a la asistencia adicional.
Prestación de los primeros auxilios
El objetivo es aportar los conocimientos teóricos y prácticos básicos para la prestación de los primeros auxilios. En este nivel básico se incluyen:
Ø heridas;
Ø hemorragias;
Ø fracturas óseas o articulares;
Ø heridas por aplastamiento (p. ej., en el tórax o abdomen);
Ø inconsciencia, especialmente si se acompaña de dificultad o parada respiratoria;
Ø lesiones oculares;
Ø quemaduras;
Ø hipertensión arterial;
Ø higiene personal durante la manipulación de las heridas;
Ø cuidados de los dedos amputados.
Formación avanzada
El objetivo de la formación avanzada es la especialización, más que la comprensión de conjunto. Tiene especial importancia en las siguientes situaciones (sin embargo, los programas específicos normalmente sólo se ocupan de algunas de ellas, según las necesidades, y su duración varía considerablemente):
Ø reanimación cardiopulmonar;
Ø envenenamiento (intoxicación);
Ø lesiones causadas por la corriente eléctrica;
Ø quemaduras graves;
Ø lesiones oculares graves;
Ø lesiones cutáneas;
Ø contaminación con material radiactivo.
Equipo de primeros auxilios, material e instalaciones
La empresa es la responsable de proporcionar al personal de primeros auxilios el equipo, el material y las instalaciones adecuados.
Maletines de primeros auxilios, botiquines de urgencia y equipos similares
Contenido básico
El contenido de estos recipientes debe ajustarse a las cualificaciones del personal de primeros auxilios, a la disponibilidad de un médico de empresa o de otro personal sanitario y a la proximidad de un servicio de ambulancias o de urgencias. Cuanto más complejas sean las tareas del personal de primeros auxilios, más completo habrá de ser el contenido de los maletines y los botiquines. Un maletín de primeros auxilios relativamente sencillo suele incluir los siguientes artículos:
Ø apósitos adhesivos estériles empaquetados individualmente;
Ø vendas (y vendajes compresivos, cuando sea adecuado);
Ø diferentes tipos de apósitos;
Ø apósitos estériles para quemaduras;
Ø gasas oculares estériles;
Ø vendajes triangulares;
Ø imperdibles;
Ø tijeras;
Ø solución antiséptica;
Ø algodón;
Ø una tarjeta con las instrucciones de primeros auxilios;
Ø bolsas de plástico estériles
Ø posibilidad de obtener hielo.
Ubicación
El acceso a los maletines de primeros auxilios debe ser siempre sencillo, y han de estar situados cerca de las áreas en las que puedan producirse accidentes, de modo que se pueda llegar a ellos en uno o dos minutos. Deben estar fabricados con materiales adecuados y proteger el contenido del calor, la humedad, el polvo y los usos inadecuados. Deben estar claramente identificados como material de primeros auxilios; en la mayoría de los países están marcados con una cruz blanca. Si la empresa está subdividida en departamentos o talleres, cada unidad debe disponer al menos de un maletín de primeros auxilios. No obstante, el número real de maletines necesarios estará determinado por la evaluación de necesidades que realice la empresa.
Botiquines auxiliares
Debe haber siempre pequeños botiquines de primeros auxilios disponibles en aquellos casos en los que los trabajadores están fuera de un establecimiento, en sectores como la explotación forestal, la agricultura o la construcción; cuando trabajan solos, en pequeños grupos o en lugares aislados; cuando el trabajo conlleva el desplazamiento a zonas alejadas, o cuando se utilizan herramientas o piezas de maquinaria muy peligrosas. El contenido de estos botiquines, a los que también deben tener fácil acceso los trabajadores autónomos, varía según las circunstancias, aunque siempre debe incluir:
Ø varios apósitos de tamaño medio;
Ø una venda;
Ø un vendaje triangular;
Ø imperdibles.
Equipo y material especializados
En caso de que existan riesgos específicos o poco comunes será necesario disponer de un equipo de primeros auxilios más amplio.
El equipo y el material especializados siempre deben estar situados cerca de los lugares en los que puedan producirse accidentes y en la sala de primeros auxilios.
Equipo de salvamento
En algunas situaciones de emergencia puede ser necesaria la utilización de un equipo de salvamento especializado para trasladar o rescatar a la víctima de un accidente. Aunque resulte difícil hacer predicciones, algunas situaciones de trabajo pueden estar unidas a una probabilidad elevada de este tipo de incidentes. El equipo de salvamento puede estar compuesto por ropa protectora, mantas para la extinción de incendios, extintores, respiradores, aparatos de respiración autónomos, instrumentos de corte y gatos hidráulicos o mecánicos, así como cuerdas, arneses y camillas especiales para trasladar a la víctima. Debe incluir además todo el material necesario para proteger al personal de primeros auxilios de las lesiones que pueda sufrir durante su prestación. Aunque las medidas iniciales de primeros auxilios deben aplicarse antes de mover al paciente, deben preverse también medios sencillos para transportar a una persona lesionada o enferma desde el lugar del accidente a las instalaciones de primeros auxilios. Siempre se debe disponer de camillas.
Sala de primeros auxilios
Se debe disponer de una sala o una zona preparada para la administración de primeros auxilios. Habitualmente, las salas de primeros auxilios son obligatorias cuando hay más de 500 trabajadores en el lugar de trabajo o cuando existe un riesgo potencialmente alto o específico en el trabajo. En otros casos, se debe disponer de algún tipo de instalación, aunque no es necesario que sea una sala. Las características ideales de una sala de primeros auxilios son las siguientes:
Ø que permita el acceso a camillas y ambulancias o a otros medios de transporte a un hospital;
Ø que sea lo bastante grande para albergar una cama, con suficiente espacio alrededor para que el personal pueda trabajar en torno a ella;
Ø que esté limpia, bien ventilada, bien iluminada y que se mantenga ordenada;
Ø que esté reservada para la administración de primeros auxilios;
Ø que esté claramente identificada como servicio de primeros auxilios, con la señalización correcta y bajo la responsabilidad del personal de primeros auxilios;
Ø que disponga de agua corriente, preferiblemente fría y caliente, jabón y un cepillo de uñas. Si no hay agua corriente, deberá haber agua almacenada en recipientes desechables cerca del botiquín de primeros auxilios para el lavado y la irritación ocular;
Ø debe estar equipada con toallas, almohadas y mantas, ropa limpia que pueda utilizar el personal de primeros auxilios y un contenedor de residuos.
Sistemas de comunicación y remisión
Medios de comunicación de la alerta
Cuando se produce un accidente o aparece una enfermedad repentina es importante ponerse en contacto de inmediato con el personal de primeros auxilios. Para ello, es necesario disponer de medios de comunicación entre las zonas de trabajo, el personal de primeros auxilios y la sala de primeros auxilios. Pueden ser preferibles las comunicaciones telefónicas. Los medios acústicos de comunicación, como las sirenas, pueden servir de sustituto, siempre que esté garantizada la llegada rápida del personal de primeros auxilios al lugar del accidente. Las vías de comunicación deben estar establecidas. La solicitud de asistencia médica especializada o avanzada suele realizarse por teléfono, así como la llamada a los servicios de ambulancia o de urgencia. La empresa debe asegurarse de que en todos sus locales, así como en la habitación de primeros auxilios, están clara y visiblemente anotadas las direcciones, los nombres y los números de teléfonos importantes, y de que el personal de primeros auxilios puede utilizarlos en todo momento.
Acceso a asistencia adicional
Siempre debe estar prevista la necesidad de remitir a la víctima a un centro de asistencia médica más especializada o avanzada. La empresa debe tener planificada esa remisión, de modo que si se produce la situación todas las personas implicadas sepan exactamente lo que tienen que hacer. En algunos casos los sistemas de remisión son bastante sencillos, pero en otros pueden ser complejos, especialmente cuando existen riesgos especiales o poco comunes en el trabajo. No existe ningún modelo uniforme. Cada plan de remisión se ajustará a las necesidades de la empresa de que se trate, especialmente si existen riesgos poco comunes, específicos o altos. En todo caso, el plan de remisión es una parte importante del plan de emergencias de la empresa.
El plan de remisión precisa del apoyo de un sistema de comunicación y de medios para el transporte de la víctima. En algunos casos, puede tratarse de sistemas de comunicación y transporte organizados por la propia empresa, sobre todo en el caso de las empresas más grandes o complejas. En las empresas pequeñas, el transporte de las víctimas puede realizarse mediante un servicio externo, como los sistemas de transporte públicos, los servicios públicos de ambulancias, taxis, etc. Es aconsejable que se establezcan sistemas alternativos o de alerta.
Los procedimientos previstos para las situaciones de emergencia deben comunicarse a todo el mundo: trabajadores, socorristas, agentes de seguridad, servicios de salud en el trabajo, servicios sanitarios a los que se puede remitir a la víctima, y entidades relacionadas con las comunicaciones y el transporte de las víctimas.
Los primeros auxilios son la asistencia inmediata que se presta a las víctimas de accidentes antes de la llegada de personal médico especializado. Su objetivo es detener y, si es posible, revertir el daño ocasionado. Consisten en una serie de medidas rápidas y sencillas, como liberar la vía aérea, aplicar presión sobre las heridas sangrantes o lavar las quemaduras químicas situadas en los ojos o en la piel.
Los factores principales que definen los servicios de primeros auxilios de un lugar de trabajo son los riesgos específicos de la actividad y la disponibilidad de asistencia médica definitiva. Evidentemente, la asistencia que requiere una lesión causada por una sierra de gran potencia es radicalmente diferente de la que requiere la producida por la inhalación de un producto químico.
Desde la perspectiva de los primeros auxilios, una herida grave en el muslo que se produce cerca de un hospital dotado de servicio quirúrgico requiere poco más que un transporte adecuado; si la misma lesión se produce en una zona rural situada a ocho horas del servicio médico más cercano, los primeros auxilios incluirían, entre otras cosas, el desbridamiento, la ligadura de los vasos sangrantes y la administración de inmunoglobulina antitetánica y antibióticos.
El concepto de primeros auxilios es flexible, no sólo en cuanto a qué debe hacerse (durante cuánto tiempo, con qué grado de complejidad), sino también por lo que respecta a quién debe hacerlo. Aunque es necesario actuar con mucho cuidado, todo trabajador puede conocer las cinco o diez reglas fundamentales sobre lo que se debe y no se debe hacer en materia de primeros auxilios.
En algunas situaciones, la acción inmediata puede salvar la vida, un miembro o la vista. Los compañeros de trabajo de las víctimas no deben quedarse paralizados mientras esperan la llegada de personal especializado.
Importancia de los primeros auxilios.
En los casos de parada cardíaca por fibrilación ventricular, la desfibrilación realizada durante los cuatro primeros minutos logra unas tasas de supervivencia del 40 al 50 %, en comparación con valores inferiores al 5 % si se administra más tarde.
Quinientas mil personas mueren de parada cardíaca cada año sólo en Estados Unidos. En cuanto a las lesiones químicas oculares, el lavado inmediato con agua puede salvar la vista. En las lesiones de la médula espinal, la inmovilización correcta puede establecer la diferencia entre la recuperación completa y la parálisis. En las hemorragias, la simple aplicación de la punta de un dedo sobre un vaso sangrante puede detener una hemorragia potencialmente mortal.
Con frecuencia, ni siquiera la asistencia médica más avanzada puede reparar los efectos de unos primeros auxilios inadecuados.
Primeros auxilios en el contexto de la organización general de la salud y la seguridad
La prestación de primeros auxilios debe tener siempre una relación directa con la organización general de la salud y la seguridad, ya que los primeros auxilios propiamente dichos no solucionan nada más que una pequeña parte de la asistencia total de los trabajadores. Los primeros auxilios son una parte de la asistencia sanitaria total de los trabajadores. En la práctica, su aplicación dependerá en gran medida de las personas presentes en el momento del accidente, ya sean compañeros de trabajo o personal médico con formación normalizada. Esta intervención inmediata debe completarse con una asistencia médica especializada cuando sea necesario.
Todo programa global sobre salud y seguridad en el trabajo debe incluir primeros auxilios, ya que contribuyen a reducir al mínimo las consecuencias de los accidentes y son, por tanto, uno de los componentes de la prevención terciaria.
No es infrecuente que se produzcan varios incidentes pequeños o accidentes menores antes de que tenga lugar un accidente grave. Los accidentes que sólo requieren primeros auxilios constituyen una señal que deben atender y utilizar los profesionales de la salud y la seguridad en el trabajo para dirigir y promover medidas preventivas.
Relación con otros servicios relacionados con la salud.
Las instituciones que pueden participar en la organización de los primeros auxilios y en la prestación de asistencia después de un accidente o una enfermedad en el trabajo son las siguientes:
Ø el servicio de salud en el trabajo de la propia empresa u otras entidades de salud en el trabajo;
Ø otras instituciones que pueden prestar servicios, como: servicios de ambulancia; servicios de salvamento y urgencia públicos; hospitales, clínicas y centros de salud públicos o privados; médicos privados; centros de toxicología; protección civil; servicios de bomberos y policía.
La empresa, tras consultar con el médico de la fábrica o un consultor médico externo, debe garantizar que la capacidad y las instalaciones de las instituciones médicas más próximas son adecuadas para hacer frente a las lesiones que puedan producirse en un accidente grave.
La cooperación entre estos servicios es muy importante para la prestación de unos primeros auxilios adecuados.
Enfoque organizado de los primeros auxilios.
Organización y planificación
Los primeros auxilios no pueden planificarse de forma aislada, sino que requieren un enfoque organizado integrado por personas, equipos y materiales, instalaciones, sistemas de apoyo y medios para el transporte de víctimas y no víctimas desde el lugar del accidente. La organización de los primeros auxilios debe ser un esfuerzo de cooperación en el que participen la empresa, los servicios de salud pública y de salud en el trabajo, la inspección de trabajo, los directivos de las fábricas y las organizaciones no gubernamentales pertinentes. La implicación de los trabajadores es esencial: suelen ser el mejor recurso ante un eventual accidente en situaciones específicas.
Con independencia del grado de complejidad o de disponibilidad de instalaciones, la secuencia de acciones que deben realizarse en el caso de un episodio imprevisto debe determinarse con antelación. Para ello, deben tenerse en cuenta los peligros y las circunstancias profesionales y no profesionales potenciales y existentes, así como las formas de obtener de inmediato ayuda adecuada. Las situaciones varían no sólo según el tamaño de la empresa, sino también en función de su localización (ciudad o área rural) y del desarrollo del sistema sanitario y la legislación laboral a escala nacional.
En cuanto a la organización de los primeros auxilios, existen algunas variables fundamentales que deben tenerse en cuenta:
Ø tipo de trabajo y nivel de riesgo asociado;
Ø peligros potenciales;
Ø tamaño y organización de la empresa;
Ø disponibilidad de otros servicios sanitarios.
Tipo de trabajo y nivel de riesgo asociado
Los riesgos de lesión varían en gran medida por empresas y profesiones. Incluso dentro de una misma empresa.
El equipo y el material necesarios para los primeros auxilios, así como el número de personas dedicadas a ellos y su formación, pueden variar según el tipo de trabajo y los riesgos que conlleva. En algunas ocasiones se establece una distinción entre tipos de trabajo y riesgos potenciales específicos:
Ø riesgo bajo: por ejemplo, oficinas o tiendas;
Ø riesgo alto: por ejemplo, almacenes, explotaciones agrarias y algunas fábricas y talleres;
Ø riesgos infrecuentes o específicos: por ejemplo, fabricación de acero, fundición y fabricación de materiales no ferrosos, forja, fundiciones; construcción de buques; actividades subterráneas; actividades submarinas; y la mayoría de las industrias en las que se utilizan sustancias nocivas o peligrosas.
Peligros potenciales.
Incluso en las empresas que parecen limpias y seguras pueden producirse muchos tipos de lesiones. Las lesiones graves pueden ser la consecuencia de caídas, golpes contra objetos o contacto con bordes afilados o vehículos en movimiento. Los requisitos específicos en materia de primeros auxilios serán diferentes en función de que se produzcan o existan:
Ø caídas;
Ø cortes importantes, extremidades seccionadas;
Ø lesiones por aplastamiento;
Ø riesgo alto de extensión de incendios y explosiones;
Ø intoxicación por sustancias químicas en el trabajo;
Ø electrocución;
Ø exposición a calor o frío excesivos;
Ø falta de oxígeno;
Ø exposición a agentes infecciosos, mordeduras y picaduras de animales.
Tamaño y organización de la empresa.
Toda empresa, independientemente de su tamaño, debe disponer de primeros auxilios, ya que la frecuencia de accidentes es en muchos casos inversamente proporcional al tamaño de la empresa.
En las grandes empresas, la planificación y la organización de los primeros auxilios puede ser más sistemática. Esto se debe a que cada taller tiene funciones diferentes y a que la plantilla está distribuida de un modo más específico que en las empresas más pequeñas. En consecuencia, el equipo, el material y las instalaciones para primeros auxilios, así como el personal de primeros auxilios y su formación, pueden organizarse normalmente de un modo más preciso, como respuesta a los posibles riesgos, en una empresa grande que en otra de tamaño menor. No obstante, los primeros auxilios también pueden organizarse con eficacia también en las pequeñas empresas.
Disponibilidad de otros servicios de salud
El nivel de formación y el grado de organización de los primeros auxilios están determinados, básicamente, por la proximidad de la empresa a servicios sanitarios de fácil acceso y por su integración con ellos. Una relación estrecha, con un flujo adecuado de información, que permita evitar los retrasos en el transporte y en la solicitud de ayuda, puede ser más decisiva para obtener buenos resultados que las habilidades en la aplicación de procedimientos médicos. Todo programa de primeros auxilios en el lugar de trabajo debe adaptarse al servicio médico que proporciona la asistencia definitiva a los trabajadores lesionados y convertirse en una extensión del mismo.
Requisitos básicos de un programa de primeros auxilios
Los primeros auxilios deben considerarse parte de una buena gestión y de la seguridad en el trabajo. La experiencia de los países en los que los primeros auxilios están plenamente establecidos indica que el modo más adecuado de garantizar su eficacia es que la legislación los considere obligatorios. Los elementos básicos de un programa de primeros auxilios son los siguientes:
Equipo, material e instalaciones
Ø equipo para el salvamento de la víctima en el lugar del accidente a fin de prevenir lesiones adicionales;
Ø maletines de primeros auxilios, botiquines o equipos similares, con una cantidad suficiente del material y los instrumentos necesarios para la prestación de los primeros auxilios básicos;
Ø equipo y material especializados que puedan ser necesarios en empresas con riesgos específicos o poco comunes en el trabajo;
Ø sala de primeros auxilios adecuadamente identificada o instalación similar en la que puedan administrarse los primeros auxilios;
Ø disposición de medios de evacuación y transporte de urgencia de los heridos hasta el servicio de primeros auxilios o los lugares en los que se disponga de asistencia médica complementaria;
Ø medios para dar la alarma y comunicar la situación de alerta.
Recursos humanos
Ø selección, formación y readaptación profesional de las personas adecuadas para administrar los primeros auxilios;
Ø formación de reconversión, con ejercicios prácticos de simulación de situaciones de emergencia, teniendo en cuenta los peligros profesionales específicos que existen en la empresa.
Otros
Ø elaboración de un plan, en el que se prevean acuerdos con los servicios de salud públicos o privados pertinentes, para la prestación de asistencia médica después de los primeros auxilios;
Ø educación e información de todos los trabajadores sobre la prevención de accidentes y lesiones y las medidas que deben adoptar los propios trabajadores después de una lesión;
Ø información sobre las disposiciones en materia de primeros auxilios y actualización periódica de esa información;
Ø difusión de anuncios con información, guías visuales y normas sobre primeros auxilios, así como de los planes para la prestación de asistencia médica después de los primeros auxilios;
Ø cumplimentación de un registro.
Personal de primeros auxilios
El personal de primeros auxilios está integrado por personas presentes en el lugar de trabajo; normalmente, son trabajadores que conocen las condiciones específicas de trabajo, que no siempre disponen de cualificación médica, pero sí de la formación y la preparación necesarias para realizar tareas muy específicas. No todos los trabajadores cumplen los requisitos para recibir formación sobre la prestación correspondiente. El personal de primeros auxilios debe ser cuidadosamente seleccionado, y deben considerarse atributos como la fiabilidad, la motivación y la capacidad para tratar a las personas en una situación de crisis.
Tipo y número
La legislación sobre primeros auxilios difiere por países en cuanto al tipo de personal necesario para prestar este servicio y el número de personas que han de integrarlo. En algunos países se basa en el número de personas empleadas en el lugar de trabajo. En otros, los criterios fundamentales son los riesgos potenciales del trabajo. En otros, se consideran estos dos factores en conjunto. En los países con una larga tradición de prácticas de salud y seguridad en el trabajo y en los que la frecuencia de accidentes es baja, se suele prestar más atención al tipo de personal de primeros auxilios.
En la práctica, puede establecerse una diferencia entre dos tipos de personal de primeros auxilios:
Ø el personal de primeros auxilios de nivel básico, que recibe una formación básica, como se describe más adelante, y que está calificado para actuar en los casos en los que el riesgo potencial en el trabajo es bajo;
Ø el personal de primeros auxilios de nivel avanzado, que debe recibir una formación básica y avanzada, y ha de estar cualificado para actuar en los casos en los que el riesgo potencial sea más alto, especial o poco común.
Formación
La formación del personal de primeros auxilios es el factor más importante para la eficacia de la organización de este servicio. Los programas de formación han de ajustarse a las necesidades de la empresa, en especial al tipo de trabajo y a los riesgos consiguientes.
Formación básica
Los programas de formación básica suelen tener una duración mínima de 10 horas. Los programas pueden dividirse en dos partes: tareas generales que deben realizarse y práctica concreta de los primeros auxilios.
Tareas generales
Ø organización de los primeros auxilios;
Ø evaluación de la situación, la magnitud y la gravedad de las lesiones y de la necesidad de solicitar asistencia médica adicional;
Ø protección de la víctima frente a nuevas lesiones, sin riesgo para el socorrista; ubicación y utilización del equipo de salvamento;
Ø observación e interpretación del estado general de la víctima;
Ø ubicación, utilización y mantenimiento del equipo e instalaciones de primeros auxilios;
Ø plan de acceso a la asistencia adicional.
Prestación de los primeros auxilios
El objetivo es aportar los conocimientos teóricos y prácticos básicos para la prestación de los primeros auxilios. En este nivel básico se incluyen:
Ø heridas;
Ø hemorragias;
Ø fracturas óseas o articulares;
Ø heridas por aplastamiento (p. ej., en el tórax o abdomen);
Ø inconsciencia, especialmente si se acompaña de dificultad o parada respiratoria;
Ø lesiones oculares;
Ø quemaduras;
Ø hipertensión arterial;
Ø higiene personal durante la manipulación de las heridas;
Ø cuidados de los dedos amputados.
Formación avanzada
El objetivo de la formación avanzada es la especialización, más que la comprensión de conjunto. Tiene especial importancia en las siguientes situaciones (sin embargo, los programas específicos normalmente sólo se ocupan de algunas de ellas, según las necesidades, y su duración varía considerablemente):
Ø reanimación cardiopulmonar;
Ø envenenamiento (intoxicación);
Ø lesiones causadas por la corriente eléctrica;
Ø quemaduras graves;
Ø lesiones oculares graves;
Ø lesiones cutáneas;
Ø contaminación con material radiactivo.
Equipo de primeros auxilios, material e instalaciones
La empresa es la responsable de proporcionar al personal de primeros auxilios el equipo, el material y las instalaciones adecuados.
Maletines de primeros auxilios, botiquines de urgencia y equipos similares
Contenido básico
El contenido de estos recipientes debe ajustarse a las cualificaciones del personal de primeros auxilios, a la disponibilidad de un médico de empresa o de otro personal sanitario y a la proximidad de un servicio de ambulancias o de urgencias. Cuanto más complejas sean las tareas del personal de primeros auxilios, más completo habrá de ser el contenido de los maletines y los botiquines. Un maletín de primeros auxilios relativamente sencillo suele incluir los siguientes artículos:
Ø apósitos adhesivos estériles empaquetados individualmente;
Ø vendas (y vendajes compresivos, cuando sea adecuado);
Ø diferentes tipos de apósitos;
Ø apósitos estériles para quemaduras;
Ø gasas oculares estériles;
Ø vendajes triangulares;
Ø imperdibles;
Ø tijeras;
Ø solución antiséptica;
Ø algodón;
Ø una tarjeta con las instrucciones de primeros auxilios;
Ø bolsas de plástico estériles
Ø posibilidad de obtener hielo.
Ubicación
El acceso a los maletines de primeros auxilios debe ser siempre sencillo, y han de estar situados cerca de las áreas en las que puedan producirse accidentes, de modo que se pueda llegar a ellos en uno o dos minutos. Deben estar fabricados con materiales adecuados y proteger el contenido del calor, la humedad, el polvo y los usos inadecuados. Deben estar claramente identificados como material de primeros auxilios; en la mayoría de los países están marcados con una cruz blanca. Si la empresa está subdividida en departamentos o talleres, cada unidad debe disponer al menos de un maletín de primeros auxilios. No obstante, el número real de maletines necesarios estará determinado por la evaluación de necesidades que realice la empresa.
Botiquines auxiliares
Debe haber siempre pequeños botiquines de primeros auxilios disponibles en aquellos casos en los que los trabajadores están fuera de un establecimiento, en sectores como la explotación forestal, la agricultura o la construcción; cuando trabajan solos, en pequeños grupos o en lugares aislados; cuando el trabajo conlleva el desplazamiento a zonas alejadas, o cuando se utilizan herramientas o piezas de maquinaria muy peligrosas. El contenido de estos botiquines, a los que también deben tener fácil acceso los trabajadores autónomos, varía según las circunstancias, aunque siempre debe incluir:
Ø varios apósitos de tamaño medio;
Ø una venda;
Ø un vendaje triangular;
Ø imperdibles.
Equipo y material especializados
En caso de que existan riesgos específicos o poco comunes será necesario disponer de un equipo de primeros auxilios más amplio.
El equipo y el material especializados siempre deben estar situados cerca de los lugares en los que puedan producirse accidentes y en la sala de primeros auxilios.
Equipo de salvamento
En algunas situaciones de emergencia puede ser necesaria la utilización de un equipo de salvamento especializado para trasladar o rescatar a la víctima de un accidente. Aunque resulte difícil hacer predicciones, algunas situaciones de trabajo pueden estar unidas a una probabilidad elevada de este tipo de incidentes. El equipo de salvamento puede estar compuesto por ropa protectora, mantas para la extinción de incendios, extintores, respiradores, aparatos de respiración autónomos, instrumentos de corte y gatos hidráulicos o mecánicos, así como cuerdas, arneses y camillas especiales para trasladar a la víctima. Debe incluir además todo el material necesario para proteger al personal de primeros auxilios de las lesiones que pueda sufrir durante su prestación. Aunque las medidas iniciales de primeros auxilios deben aplicarse antes de mover al paciente, deben preverse también medios sencillos para transportar a una persona lesionada o enferma desde el lugar del accidente a las instalaciones de primeros auxilios. Siempre se debe disponer de camillas.
Sala de primeros auxilios
Se debe disponer de una sala o una zona preparada para la administración de primeros auxilios. Habitualmente, las salas de primeros auxilios son obligatorias cuando hay más de 500 trabajadores en el lugar de trabajo o cuando existe un riesgo potencialmente alto o específico en el trabajo. En otros casos, se debe disponer de algún tipo de instalación, aunque no es necesario que sea una sala. Las características ideales de una sala de primeros auxilios son las siguientes:
Ø que permita el acceso a camillas y ambulancias o a otros medios de transporte a un hospital;
Ø que sea lo bastante grande para albergar una cama, con suficiente espacio alrededor para que el personal pueda trabajar en torno a ella;
Ø que esté limpia, bien ventilada, bien iluminada y que se mantenga ordenada;
Ø que esté reservada para la administración de primeros auxilios;
Ø que esté claramente identificada como servicio de primeros auxilios, con la señalización correcta y bajo la responsabilidad del personal de primeros auxilios;
Ø que disponga de agua corriente, preferiblemente fría y caliente, jabón y un cepillo de uñas. Si no hay agua corriente, deberá haber agua almacenada en recipientes desechables cerca del botiquín de primeros auxilios para el lavado y la irritación ocular;
Ø debe estar equipada con toallas, almohadas y mantas, ropa limpia que pueda utilizar el personal de primeros auxilios y un contenedor de residuos.
Sistemas de comunicación y remisión
Medios de comunicación de la alerta
Cuando se produce un accidente o aparece una enfermedad repentina es importante ponerse en contacto de inmediato con el personal de primeros auxilios. Para ello, es necesario disponer de medios de comunicación entre las zonas de trabajo, el personal de primeros auxilios y la sala de primeros auxilios. Pueden ser preferibles las comunicaciones telefónicas. Los medios acústicos de comunicación, como las sirenas, pueden servir de sustituto, siempre que esté garantizada la llegada rápida del personal de primeros auxilios al lugar del accidente. Las vías de comunicación deben estar establecidas. La solicitud de asistencia médica especializada o avanzada suele realizarse por teléfono, así como la llamada a los servicios de ambulancia o de urgencia. La empresa debe asegurarse de que en todos sus locales, así como en la habitación de primeros auxilios, están clara y visiblemente anotadas las direcciones, los nombres y los números de teléfonos importantes, y de que el personal de primeros auxilios puede utilizarlos en todo momento.
Acceso a asistencia adicional
Siempre debe estar prevista la necesidad de remitir a la víctima a un centro de asistencia médica más especializada o avanzada. La empresa debe tener planificada esa remisión, de modo que si se produce la situación todas las personas implicadas sepan exactamente lo que tienen que hacer. En algunos casos los sistemas de remisión son bastante sencillos, pero en otros pueden ser complejos, especialmente cuando existen riesgos especiales o poco comunes en el trabajo. No existe ningún modelo uniforme. Cada plan de remisión se ajustará a las necesidades de la empresa de que se trate, especialmente si existen riesgos poco comunes, específicos o altos. En todo caso, el plan de remisión es una parte importante del plan de emergencias de la empresa.
El plan de remisión precisa del apoyo de un sistema de comunicación y de medios para el transporte de la víctima. En algunos casos, puede tratarse de sistemas de comunicación y transporte organizados por la propia empresa, sobre todo en el caso de las empresas más grandes o complejas. En las empresas pequeñas, el transporte de las víctimas puede realizarse mediante un servicio externo, como los sistemas de transporte públicos, los servicios públicos de ambulancias, taxis, etc. Es aconsejable que se establezcan sistemas alternativos o de alerta.
Los procedimientos previstos para las situaciones de emergencia deben comunicarse a todo el mundo: trabajadores, socorristas, agentes de seguridad, servicios de salud en el trabajo, servicios sanitarios a los que se puede remitir a la víctima, y entidades relacionadas con las comunicaciones y el transporte de las víctimas.